Veo Veo... (Observaciones y reflexiones en Vietnam)
Hecho: Los perros vietnamitas
no corren detrás de las motos cuando pasan frente a ellos. En cambio se
quedan acostados o haciendo lo que estaban haciendo sin inmutarse.
PERROS MUTANTES
Moto a la escucha... A la vista... Al ataque!! Guau Guau Guau!!!
He observado con fascinación la displiscencia de los perros vietnamitas ante el eterno zumbido de las motocicletas que les cruzan frente al hocico. Los motores pasan, en grupo, en pareja, solos, con uno o hasta cinco pasajeros, con neveras, bloques de hielo, pollos o con estantes de cocina tejidos a cualquier parte del chasis, todos a distancias amenazantes tanto para peatones como para los canes postrados en medio de las calles y aceras.
La leyenda cuenta que en tiempos de Jau Guau Hau IV, había una raza de canes, provenientes de la tribu de los "Vi Ralâ Tah", y cuyos ancestros vivían en casas de familia, que corrían frente a los carruajes como forma de ganarse la vida. A falta de lotería, los corredores arriesgaban caer entre las ruedas de los carros y patas de los caballos para ganar un 10% de las apuestas recaudadas por un perro judío llamado Rabí Tolah que llegó en uno de los viajes de Mao Hung al Mediterráneo en busca, también, de especias.
"Mi bisabuelo me contó que su tatara-tatara-abuelo y otros de su generación, hacían apuestas corriendo detrás de las primeras bicicletas chinas que pasaban por el vecindario" me dijo Hau, un perro viralata al que me le acerqué. "Muchos de mi familia murieron dejándonos con montañas de huesos provenientes del seguro".
Los siglos pasaron y los carruajes se convirtieron en carretas, velocípedos, bicicletas, triciclos... hasta llegar al complicado y veloz diseño de la hoy llamada motocicleta. La oferta fue mayor que la demanda, el número de motocicletas crecía exponencialmente a medida que la raza canina derivaba a la extinsión. Con la llegada de Purina al mercado y otros derivados, algunos comenzaron a notar que aquel juego dominical no era la única forma de ganarse la vida. Es más, era riesgoso para la especie y dejó de ser algo "INN". Más bien era visto con desdén hasta por Bung Bongo, el viralatón del barrio.
En otras partes del mundo, este tipo de raza mutante de perros, no hizo nunca aparición. Las leyes de la naturaleza han mantenido un balance de la populación moto-canina. Todavía viven en la prehistoria cultural de correr "porque sí" detrás de cualquier vehículo en movimiento que pase por sus bien protegidos veinte metros frente a sus casas.
Así descubrí por qué los vietnamitas se dan el lujo de andar en motocicletas en pantuflas y no con zapatos cerrados... para qué, no?
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