Agárrate que allá vamos!!!!
Eso le dijo un caracol a otro cuando se subieron encima de una tortuga.
Finalmente, luego de N veces de haber ido a Mui Né fui con Lucas y Louise a conocer las famosas dunas de arena de la zona.
Me acordé mucho de Salinas en Rep. Dom. Pero éstas son realmente más altas y divertidísimas para tirarse. El color era también especialmente oscuro, tipo ladrillo. Y era raro, porque el resto de la arena en la playa era más blanca.
Nos fuimos temprano para evitar el caloraso y ardor de la caliente arena. Por suerte había llovido algo durante la noche, lo que hizo más agradable.
Tomamos un Xe Om (motoconcho) cada uno y por 50mil dongs (unos US$3) nos llevaron, nos esperaron y nos trajeron de vuelta al hotel. Allá un cardumen de niños con sus deslizadores especiales nos escoltaron por toda la zona hasta hacernos tirar de las lomas más altas y divertidas de la zona. Tirarse era divertido... subir era otra historia, y por suerte la arena estaba un poco húmeda, que hacía la subida algo menos difícil.
Al final acabamos con arena en los ojos, la espalda, pecho y hasta en.... los bolsillos (sí, y ahí también).
Finalmente, luego de N veces de haber ido a Mui Né fui con Lucas y Louise a conocer las famosas dunas de arena de la zona.
Me acordé mucho de Salinas en Rep. Dom. Pero éstas son realmente más altas y divertidísimas para tirarse. El color era también especialmente oscuro, tipo ladrillo. Y era raro, porque el resto de la arena en la playa era más blanca.
Nos fuimos temprano para evitar el caloraso y ardor de la caliente arena. Por suerte había llovido algo durante la noche, lo que hizo más agradable.
Tomamos un Xe Om (motoconcho) cada uno y por 50mil dongs (unos US$3) nos llevaron, nos esperaron y nos trajeron de vuelta al hotel. Allá un cardumen de niños con sus deslizadores especiales nos escoltaron por toda la zona hasta hacernos tirar de las lomas más altas y divertidas de la zona. Tirarse era divertido... subir era otra historia, y por suerte la arena estaba un poco húmeda, que hacía la subida algo menos difícil.
Al final acabamos con arena en los ojos, la espalda, pecho y hasta en.... los bolsillos (sí, y ahí también).
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