Quítate del medio!!!
Esto entra para mí dentro de las "100 cosas que debes hacer antes de morir": Jugar golf entre las pistas de aterrizaje de un aeropuerto internacional. Uff! ya estoy más cerca de mi muerte.... =(
El tema es que es impresionante. No paras de pensar en todas las posibilidades que tiene Murphy para hacer de las suyas aquí. El club pertenece a las fuerzas aereas de Tailandia, pero está abierto al público. Es bien barato jugar ahí (será por el riesgo que incluye?). El campo no es la gran cosa en diseño. Lo hicieron con una regla larga y un lapiz. No hay dog legs, montañas, lagos que cruzar (sí hay laguitos), aunque hay agua a lo largo de los fairways (siempre a la derecha). El ruido es impresionante, como los F1 en vivo.
Cuando un 747 está despegando en medio del tiro, es imposible no desconcentrarse. Peor aún cuando te toca potear con tremendo escándalo sin poder pedir al público que hagan silencio. Otra desventaja del ruido fue la bola que le cayó justo en la pierna derecha de la caddie de otro grupo que no oyó el "Fore!" que gritó Robin cuando erró con un slice hacia el fairway vecino.
Las medidas de seguridad del campo:
Llegamos en el carro, nadie nos paró en ningún momento. Llegamos a la pista de atterrizaje para llegar al club y el semáforo estaba rojo. Tuvimos que esperar a que los de la otra calle pasaran (tal como ven en la foto), y cruzamos tan campantes por la PISTA DE ATERRIZAJE DEL AEROPUERTO. O sea, que si doblábamos a la derecha y seguíamos al avión íbamos directamente a la terminal. Si optábamos por la izquierda podíamos ir a buscar los demás aviones para ayudarlos a taxear por la pista... o podíamos perseguirlos a ver quién llegaba primero al final de la pista y apostar una cerveza con el piloto de turno. Parece que los amigos del Sr. Laden no se han enterado o no les gusta el golf. Sin embargo para compensar la seguridad, no nos dejaban jugar con la camisa por fuera de los pantalones, así que Robin, BJ y yo tuvimos, a gran disgusto, que meternos las camisas por dentro. Grande fue el descontento de Robin cuando, camisa por dentro, fue detenido por no llevar cinturón. "Yo le presto el mío", le transmitió el caddie con una seña bien fácil de descifrar: se sacó su cinturón y se lo mostró en el aire agarrado por un extremo como una culebra muerta. "Es sólo para comenzar, luego se pueden sacar las camisas" nos aclaró el que parecía el más jefe allí. Y claro, hablando de medidas de seguridad, tampoco se pueden tomar fotos. Así que esta me la robé desde el carro y otras más. En el campo logré tomar algunas con el celular, pero de muy baja y mala resolución.
Que si queremos volver? A jugar golf no, pero a apostar cervezas con los pilotos suena tentador, no?
El tema es que es impresionante. No paras de pensar en todas las posibilidades que tiene Murphy para hacer de las suyas aquí. El club pertenece a las fuerzas aereas de Tailandia, pero está abierto al público. Es bien barato jugar ahí (será por el riesgo que incluye?). El campo no es la gran cosa en diseño. Lo hicieron con una regla larga y un lapiz. No hay dog legs, montañas, lagos que cruzar (sí hay laguitos), aunque hay agua a lo largo de los fairways (siempre a la derecha). El ruido es impresionante, como los F1 en vivo.
Cuando un 747 está despegando en medio del tiro, es imposible no desconcentrarse. Peor aún cuando te toca potear con tremendo escándalo sin poder pedir al público que hagan silencio. Otra desventaja del ruido fue la bola que le cayó justo en la pierna derecha de la caddie de otro grupo que no oyó el "Fore!" que gritó Robin cuando erró con un slice hacia el fairway vecino.
Las medidas de seguridad del campo:
Llegamos en el carro, nadie nos paró en ningún momento. Llegamos a la pista de atterrizaje para llegar al club y el semáforo estaba rojo. Tuvimos que esperar a que los de la otra calle pasaran (tal como ven en la foto), y cruzamos tan campantes por la PISTA DE ATERRIZAJE DEL AEROPUERTO. O sea, que si doblábamos a la derecha y seguíamos al avión íbamos directamente a la terminal. Si optábamos por la izquierda podíamos ir a buscar los demás aviones para ayudarlos a taxear por la pista... o podíamos perseguirlos a ver quién llegaba primero al final de la pista y apostar una cerveza con el piloto de turno. Parece que los amigos del Sr. Laden no se han enterado o no les gusta el golf. Sin embargo para compensar la seguridad, no nos dejaban jugar con la camisa por fuera de los pantalones, así que Robin, BJ y yo tuvimos, a gran disgusto, que meternos las camisas por dentro. Grande fue el descontento de Robin cuando, camisa por dentro, fue detenido por no llevar cinturón. "Yo le presto el mío", le transmitió el caddie con una seña bien fácil de descifrar: se sacó su cinturón y se lo mostró en el aire agarrado por un extremo como una culebra muerta. "Es sólo para comenzar, luego se pueden sacar las camisas" nos aclaró el que parecía el más jefe allí. Y claro, hablando de medidas de seguridad, tampoco se pueden tomar fotos. Así que esta me la robé desde el carro y otras más. En el campo logré tomar algunas con el celular, pero de muy baja y mala resolución.
Que si queremos volver? A jugar golf no, pero a apostar cervezas con los pilotos suena tentador, no?
posted by Ro at
6:51 PM
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